Empezamos nuestro camino cuatro generaciones atrás, allá por el año 1940, con unos comienzos dedicados a la matanza tradicional para nuestro pueblo, con una pequeña “fábrica” ya ubicada en el lugar en el que seguimos trabajando hoy, Serradilla, situado en el norte de Cáceres dentro de lo que es considerado hoy Parque Nacional de Monfragüe.
Aprovechando los recursos de cercanía como son las dehesas de las que estamos rodeados y sobre todo con mucho esfuerzo empezamos a centrarnos y crecer dentro del mundo del cerdo ibérico, uno de los productos estrella de nuestra tierra.
A día de hoy después de mucho trabajo e inversión, de muchos cambios y modernización, aunque sigamos siendo una empresa pequeña y familiar, podemos trabajar por todo el país ofreciéndo la posibilidad de probar nuestros productos y además conservando la esencia de aquellos años, manjares tradicionales con recetas que poco han cambiado, como algunos clientes nos comentan: “una vuelta a casa de tu abuela cuando eras pequeño”.
Nuestro propósito es ese, ofrecer calidad, sabor y un buen recuerdo.